La cueva de Platón: ¿Conoces la diferencia entre la realidad y la ilusión?

La cueva de Platón


¿Alguna vez has estado en una cueva? Las cuevas son lugares oscuros, fríos y a veces peligrosos: las personas que pierden su fuente de luz en una cueva a menudo no pueden encontrar la salida y, sin rescatar, enfrentan la posibilidad de morir por hipotermia o por lesiones físicas.

La alegoría de Platón de la cueva


El gran filósofo griego Platón (427-347 aC) ilustró la diferencia entre la realidad y la ilusión a través de una historia sobre hombres que vivieron toda su vida en una cueva. En la alegoría de Platón, estos hombres estaban encadenados a pilares y solo podían ver sombras proyectadas en la pared trasera de la cueva por un fuego que ardía detrás de ellos.

Los hombres en la cueva se enorgullecían de su vista y de sus habilidades interpretativas; sin embargo, todo el tiempo miraban sombras, meras ilusiones. Entonces, uno de los hombres logra zafarse de las cadenas, y sale de la cueva donde descubre un mundo completamente nuevo. Cuando vuelve a entrar en la cueva para contarles a sus amigos acerca de su maravillosa epifanía, lo rechazan y lo resienten hasta el punto de querer matarlo.

Por supuesto, hay varias lecciones filosóficas importantes que extraer de la alegoría de la cueva de Platón, uno es el hecho de que existe un mundo metafísico real independiente de la experiencia y la observación humanas (lo que Platón llamó el mundo de las "formas"). Pero Platón también tuvo la intención de que su historia iluminara la vida de su maestro, Sócrates (470-399 aC), quien fue asesinado por el gobierno ateniense por desafiar la visión de la verdad y la realidad de la antigua Grecia.

Como cristiano, mi primera lectura de la alegoría inmediatamente me trajo a la mente a Jesús de Nazaret y su intento de revelar su verdadera identidad y misión (Mesías y Salvador) al liderazgo religioso del primer siglo de Israel.

Reflexiones sobre la historia de Platón


Personalmente, encuentro la historia de Platón desconcertante y francamente inquietante. Considere su aplicación en tres niveles.

En primer lugar, de forma individual, es fácil andar dormitando a lo largo de la vida, especialmente para aquellos que nacen con el privilegio (como muchos de nosotros que vivimos en el mundo occidental). Muchas personas aceptan las normas y categorías que les han sido dadas sin hacer las preguntas verdaderamente profundas de la vida.

La educación familiar, los medios de comunicación, la escuela y otros factores culturales conforman nuestra narrativa práctica de la vida mundial. Y estas narrativas de vida a menudo nos señalan objetivos de placer personal (sensualismo), afluencia financiera (materialismo) y prestigio (egoísmo). Estas narrativas y sus objetivos finales contrastan radicalmente con la narrativa cristiana de la cosmovisión, que alienta la búsqueda de la verdad, la bondad y la belleza.

En segundo lugar, el mensaje de esta poderosa alegoría también desafía nuestro pensamiento político. Es increíblemente fácil aceptar una ideología política, especialmente cuando hablamos solo con personas que están de acuerdo con nosotros.

En tercer lugar, me parece que la historia de Platón desafía a los cristianos, en especial aquellos que no se esfuerzan en buscar una alimentación espiritual directa de Dios, sino que solo se limitan o conforman con recibir dicho alimento por medio de un líder que se posiciona en un púlpito repartiendo las migajas de su plato, así como aquellos apresados en la cueva donde la vista de cada uno dependía de aquellos embaucadores detrás del muro.

Si este artículo y su contenido le causan problemas en una de las tres formas mencionadas anteriormente, entonces no estoy solo en mi angustia filosófica. Sé que la angustia filosófica no es fácil de vivir, pero es mucho mejor que vivir en una cueva oscura.

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